lunes, 2 de agosto de 2010

Hotel Spa San Juan Cosalá







El día de ayer fui a un balneario en compañía de mi tía y una amiga suya.
El lugar está, en teoría, a 45 minutos de Guadalajara, pero desde la casa de una servidora está a poco más de una hora.
Yéndote por la carretera de Chapala llegas directito. Nada más hay una vuelta a la derecha y te sigues, te sigues. Los señalamientos son bastante claros.
Si llegas temprano, a eso de las 9 de la madrugada, la verdad es que no está tan a gusto porque hay millares de mosquitos acosándote a más no poder. Si de todas formas decides llegar temprano para agarrar buen lugar, llévate un buen repelente. No exagero cuando digo que era un enjambre de mosquitos. En cuanto sale el sol desaparecen, y es entonces cuando agradeces el haber agarrado una mesa con sombrilla.
La entrada al balneario cuesta 150 pesos para los adultos, 75 para los niños.
El balneario en sí está bastante bien. Tiene un par de albercas de buen tamaño, hay un jacuzzi, y hay 3 toboganes. 1 para niños, otros dos más consistentes. También hay una plataforma como de 5 metros, tal vez menos.
Nosotras desayunamos ahí, unas simples barras de granola y unos licuados.
Después nos fuimos a cambiar. Por todo el lugar hay vestidores, regaderas y baños. Cerca de los toboganes hay unos lockers que son pequeños cuartos de metro cuadrado en los que puedes dejar todos tus tiliches todo el día. Lo único que pagas es la propina. El agua está calientita… Obviamente, puesto que son aguas termales.
Nosotras nos limitamos a flotar toda la mañana. Mi tía, nadadora que era, le dio unas vueltas a la piscina. Yo soy deprimente como nadadora, aunque lo poco que nadé he de decir que no estaba tan mal. Nada más me aventaba nadando hasta que se me acababa el aire. No tenía ganas de voltear y medio respirar para continuar nadando. Aún así, avancé unos 3 metros, récord para alguien que no nada y que hace más de 3 años no nadaba así.
Nos fuimos a comer debido a mi antojo por papas. Ellas se tomaron una cerveza mientras yo me conformé con mi Coca cola. Llevo casi una semana sin tomar alcohol, aunque ha habido un par de ocasiones en las que pude haber tomado. ¿En las vacaciones todo mundo se vuelve briago? He tomado más en dos meses que en todo el año.
Comimos unas tostadas de atún, aunque ahí mismo venden una variedad de comida. A nuestra acompañante le llamó la atención que hubiera enchiladas de atún.
Terminamos de comer y nos fuimos al Spa. Ya habíamos preguntado los precios y visto que El Recorrido costaba 60 pesos. El Recorrido Plus costaba 90. Los masajes sencillos, de pies, espalda, etc. costaban poco menos de 200, pero duraban como 20 minutos. Hay faciales y demás tratamientos como pedicure y manicure, que cuestan alrededor de 250. Los masajes ya más consistentes cuestan arriba de 500.
Definitiva y absolutamente les recomiendo El Recorrido Plus.
En el mostrador puedes dejar tus cosas, pero nada más tu bolsa o algo por el estilo. Si no piensas ir a ninguna otra parte, te recomiendo que nada más lleves dinero en efectivo para que no dejes cosas de valor ahí abandonadas. No les pasa nada en absoluto, pero es mejor quedarte con la paz y tranquilidad de que nadie se robará tus tiliches en un despiste de los que están cuidando ahí. Aunque, yo dejé ahí tarjetas, identificaciones y más de 400 pesos, y a los 5 minutos se me olvidó que ahí estaban.
El Recorrido Plus dura más de 2 horas, de manera que el último se lleva a cabo a las 4:30. Recomiendo que lleguen más temprano que eso para no sentirse presionados, y que cuando estén terminando el recorrido no les toque oler el cloro, limpiador y jabón de las tinas mientras las están saneando.
Mientras esperas tu turno te puedes sentar en el área de espera, donde puedes acostarte en el pasto, o agandallar una hamaca, o simplemente quedarte en paz en tu silla o banca. Ponen música de relajación para que dizque te pongas in the mood, pero la televisión que tienen ahí promocionando el spa, que reproduce los mismos 7 minutos de proyección una y otra vez, hacen que te estreses más de lo que ya estás. Al menos yo ya estaba que me moría de ganas por entrar al spa. Desde la palapa puedes ver a todos los demás relajándose en las tinas…
Finalmente la muchacha recogió nuestros números. Pasaron 5 minutos. Mientras esperas puedes hidratarte con tes o agua natural. Recomiendo hacerlo, pues te deshidratas bastante y ahí mismo tienen baño. Es un cuartito chiquito a oscuras en el que el foco no funciona y la única luz entra por un agujero en el techo. La verdad no está mal, pero deberían o quitar el foco de plano, o ponerle un buen foco. Ese engaño no le hace buena fama al lugar.
Nos hablaron y pasamos bien emocionadas. Primero pasamos por la Terapia de Chorros, que es una forma linda de decir que ahí te enjuagas. Los chorros te pegan bien sabroso en el abdomen, luego en la cara y la ingle, y a continuación te dan unos chorrazos en el rostro. Ahí sí recomiendo que se tapen los oídos. En el segundo chorro pueden enjuagarse a gusto el pelo.
La primer tina es la de Talasoterapia… Por eso es que es la que está más caliente, aunque es buena estrategia pues así las demás ya no las sientes tan calientes como la primera. Esta tiene sales de magnesio, sodio y dizque alga marina. Lo seguro es que tiene sales. Te relajas bastante y está bien a gusto, pero después de un rato sí empiezas a sentir que es mucha la temperatura. Justo a tiempo te sacan de ahí y te mandan a la Terapia de Chorros nuevamente.
La segunda tina es la de flores. Huele muy rico, y la temperatura es ideal. Hay flores de cempasúchil y de bugambilia, con uno que otro pétalo de rosa. Si agarras el montón de florecitas que se juntan detrás de ti y las avientas al chorro de agua que hay al centro de la tina, se regresan y te acarician la piel. También, si te mantienes un poco alejado de la pared en lugar de estar completamente recargado contra ella, las florecitas se mecen tras de ti.
Hubo quienes se ayudaban a mantenerse bajo el agua, justo encima del chorro de agua. Nosotras no lo intentamos.
A continuación nos llevaron a la Terapia de Chorros para pasar a la tercer tina, a la de tés, la de Fitoterapia. Después de tan fuerte que olía la de flores estuvo difícil percibir el aroma sutil de esta. En ella me recargué contra la orilla de la tina, como aparece en la foto. También aproveché para estirarme, usando el chorro del centro para levantar mis piernas hacia atrás y doblar mi espalda. Se siente rico, porque te estira sin necesidad de que tú hagas nada más que mantenerte en el mismo lugar. Esto puede llegar a ser difícil… Te relajas tanto que nomás te vas recorriendo. Ha de ser rico tener las tinas para ti solita. Lástima que fuimos en domingo y el lugar estaba más que lleno, a eso se debió nuestra espera de 45 minutos.
Pasamos a la Terapia de Chorros y nos fuimos a la cuarta tina, la de café. Olía tan rico y delicioso… Se te antoja mucho un café, pero lo único que te sirven son pequeños vasitos de té. Té de manzanilla, de abango, de 7 azahares,… En el fondo ponen el café molido, el cual se untó nuestra acompañante en brazos, cara, y luego se salió un tanto de la tina para untárselo en las piernas. Bromeé con mi tía que eso debíamos hacer para conseguir novio. Lástima que casi no van muchachos disponibles ahí…
Terapia de chorros again y aprovechamos para ir al baño. A continuación nos metimos a la de avena, ¡que olía tan pero tan rico! Esa era la Terapia del Día, porque aparentemente también hay de vino, jamaica, extracto de maguey o vinagre de manzana. Se antojaba un licuado en esta… Se sentía fresca y deliciosa en la piel, y en la nariz.
En cada una de las tinas hay un cartel de plástico que explica qué contiene, para qué sirve, en qué ayuda al cuerpo, etc. Recuerdo que mencionaban que la avena servía para la fertilidad masculina. -Hago caras-
Al sumergirnos en esa se nos quitaba casi toda la avena y casi no podía agarrarse nuevamente para ponérnosla en el cuerpo. La avena te la proporcionan en pequeñas jarras, las cuales las traen de afuera.
Pasamos a la siguiente sección, que era la de lodo, sin necesidad de enjuagarnos. El suelo está bastante resbaloso si no traes sandalias. Si traes sandalias, por el contrario, está hasta pegajoso. Nos untamos el lodo, ayudándonos como con la avena a untárnoslo en la espalda. Aprovechando estar en la esquina y aisladas por un muro, nos untamos el lodo en todo el cuerpo. Al terminar nos fuimos a secar “al sol”, que casi no había. Hacía más viento que otra cosa. Supuestamente, si eres de piel sensible, te recomiendan secar a la sombra, pero pienso que te tardas más rato en secar.
Yo nunca me sequé. Lo único que se me secó fue la arcilla de la cara. Supongo que me eché mucho.
Se supone que debes esperar a que se seque todo para que “absorba” las toxinas de tu cuerpo y demás. Se siente extraño, y es divertido ver a los demás disfrazados de cubanos.
Puedes enjuagarte en el Lago de Chapala, pues abren el cancel para que ahí mismo te enjuagues. Hay troncos en los que puedes recargarte, hay también sillas por doquier, pero todos preferimos quedarnos de pie.
A continuación nos metimos a enjuagar en la última tina de hidromasaje. Esta estaba café completamente del lodo, y no veías allá de la superficie del agua, lo cual resultó ventajoso para enjuagarnos todo el cuerpo. Nomás que hay que evitar hacer caras.
Ahí vi a los primeros muchachos que me llamaron la atención. Más adelante me dijeron que eran homosexuales y lo que vi hizo clic, pero no me entristecí. Ya estoy acostumbrada a que sean gays los que me gustan.
A continuación nos fuimos a las duchas. La de hombres está al aire libre… Y está padre, porque ahí puedes continuar viendo el lago.
Ya para enjuagarte como Dios manda puedes entrar a una sección en la que hay muros y hasta cortina de plástico, de la cual se apropió nuestra acompañante hasta que ambas, mi tía y yo, terminamos de enjuagarnos.
No recuerdo si fue entonces o después del Temazcal que nos pusimos a hacer inhalaciones. Hay inhalaciones para despejar las vías respiratorias, cuyos vapores me hicieron estornudar. Ahí detecté laurel principalmente, pero decían que también tenía vic, eucalipto, menta y no sé qué tanto más. También había un vapor relajante, que con la dulzura del aroma verdaderamente te relajaba. El otro era para el cutis. Estaba súper caliente, así que nomás aguante estar un ratito a la distancia indicada.
Nos metimos, creo, al Temazcal, una gran cueva con cristales en la pared. No te puedes recargar muy a gusto, pero si le hayas en las rocas hasta puedes reposar la cabeza. Si está medio solo te puedes acostar en la banca. El vapor está bastante caliente. Tiene un olor característico, en el suelo hay ramas de árboles desperdigadas junto a las ventilas, pero no sabría decir qué árbol era.
Frotamos nuestra piel y a continuación nos metimos a un lugar parecido al Temazcal, tenía un nombre relacionado con Ozono. Era de puro aroma. Olía muy bien y no estaba tan caliente. Ahí me hubiera quedado mucho más rato.
Platicamos un rato ahí con unos señores. Mis acompañantes se untaron el líquido del cual salía el vapor en todo el cuerpo. Yo no le vi el chiste, así que nomás me quedé ahí disfrutando del aroma.
Nos salimos y fuimos al último pedazo, el Río de Reflexología. Es un pequeño riachuelo, cuya base está formada por un montón de piedras fijas al suelo que te “masajean” (más bien se clavan) en todo tu pie. Yo no estoy acostumbrada a andar descalza, así que ya sabrán cómo me fue. Pero te vas acostumbrando. El regreso es más sencillo que la ida.
Salimos de ahí, y yo no sentí nada de frío. Ellas dijeron que lo sentían fresco, pero yo iba más que a gusto.
Recogimos nuestras cosas de ahí y nos fuimos a los lockers. Me llamó la atención que mis acompañantes pasaron a bañarse, mandando a la fregada todo el chiste de la aromaterapia. Yo nada más me sequé y me puse la ropa.
Ellas, a pesar de la lavada, traían más florecitas y pedacitos de avena en el pelo. Lo que pasa es que yo a la hora de pasar por la Terapia de Chorros me soltaba el pelo y me lo enjuagaba.
Ah, una cosa más: te queda el pelo bien suavecito.
Ahí afuera, en el estacionamiento, se ponen a vender nieves de garrafa, que aparentemente están muy ricas. Yo no las probé por voluntariosa y porque estaba muerta de hambre, así que agarré unas Pringles y me acabé la mitad del bote.
Salimos de ahí como a las 7:30 u 8. La fila era ETERNA, pero creo que se debió más bien a que era hora pico.
En fin. Les recomiendo mucho el lugar. Está muy a gusto, está extremadamente económico, y es facilísimo llegar. Verdaderamente, es para toda la familia. Mientras los chiquillos juegan en la alberca y los cuidan los señores mayores, los adultos pueden meterse al SPA.


Las fotos las tomé del sitio en Internet del hotel.
The site is in English.
www.hotelspacosala.com

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