domingo, 21 de noviembre de 2010

Vuelvo

Puros viajes conmigo...
Ojalá así fuera de verdad y publicara más seguido.
Ya estoy más tranquila y en paz.
He tenido la oportunidad de darle estabilidad a mi vida y mis pensamientos.
Mis emociones siguen en altibajos.
Los corajes son tan potentes y destructivos como de intensa y relajante es la felicidad que de vez en cuando me ha embriagado.
He tenido la oportunidad de acostarme en el pasto sobre tu brazo y simplemente disfrutar de la sombra de un árbol, lo fresco del pasto y el oleaje del lago.
Me dicen que estoy enamorada, pero la verdad es que no me he permitido llegar hasta ese punto.
No nos conviene a ninguno de los involucrados.
Al menos ya mi conciencia está tranquila puesto que he tenido la oportunidad de platicar con los dos, y de reaccionar ante la presencia del objeto de mi obsesión como una persona normal y tranquila. Mi corazón no dio un vuelco, pude hablar sin dificultad, mi estómago no estaba hecho un nudo y no sentí náuseas al sentir que me tocabas.
Aunque esta entrada debía hablar de mí exclusivamente, sigues volviendo a mis pensamientos como si todos ellos giraran en torno a ti.
Mi vida cambió desde hace más de 2 meses, y no fue por causa tuya.
Cambiaron mis rutinas, mis tareas, mis horarios y mis actividades.
Fue una semana de estrés total debido al cambio tan repentino, pero logré sobrevivir y salí bien parada de esa situación.
Mis amistades han cambiado, mi forma de pensar sigue siendo la misma.
Ya me doy la oportunidad de estar en contacto con mis amigos.
Sigo atendiendo mis responsabilidades, pero me temo que siguen estando al final de la lista y las termino haciendo en el último minuto. Eso sí: Mis desvelos me han costado para darles la calidad que les corresponde.
De vez en cuando sigo redactando. Si yo no escribiera, sería como un futbolista que no toca el balón. Qué dolor tener las botas arrumbadas y el uniforme colgado. Un enorme desperdicio.
Creo que de tanto darle vueltas al asunto y lograr definir qué quería ser y hacer con mi vida logré encontrar la solución a esa pregunta latente que quedó sin responder.
¿Qué quiero ser? ¿Qué debí estudiar?
Letras inglesas debió ser mi carrera.
Desafortunadamente no la tienen en los alrededores.
Afortunadamente, con tan sólo saber esto me volvió el alma al cuerpo.
También ha ayudado el poner atención a lo que dicen personas con mayor experiencia y conocimiento a los míos:
¿Para qué tener especialidad, maestría y doctorado si a la hora de buscar empleo el requisito es que tengas nada más la licenciatura? Si subes los eslabones del organigrama verás que cada vez hay menos por nivel, y hay muchos más candidatos.
Todo con calma, paciencia, y un continuo esfuerzo y trabajo para llegar a lo que te corresponde, no a lo que tú buscas.
También me ha ayudado mucho el volver a escuchar y no solamente hablar y ser escuchada. Ayudando logras ayudar, y es terapia para ti y para los demás.
El reloj sigue avanzando a pasos agigantados y mis tareas siguen esperándome en stand-by.
Debo dejar esto ya, mi terapia de 10 minutos para poder continuar haciendo lo que me toca.
Gracias por leer, espero continuar escribiendo más regularmente.