domingo, 13 de junio de 2010

Mundial de Futbol

Me encuentro en un estado emocional bastante extraño.
Ya tengo la paz y la tranquilidad del verano, mi estación favorita del año, pues tengo la oportunidad de disfrutar el calor en la frescura de mi hogar durante el día, y escuchar la lluvia azotar mi ventana en la noche. El olor a tierra mojada no tiene comparación en esta mi querida tierra.
Siento algo así como un amor por el momento.
Me encuentro también disfrutando del Mundial, pues a pesar de que ahora mi percepción hacia los equipos está más jodida que otras veces, de igual manera me emociona ver los partidos y apoyar a mis selecciones favoritas, entre ellas las de México, Inglaterra, Alemania, Argentina y Brasil. Qué dichosa sería yo si alguna de ellas ganara...
Al mismo tiempo, estoy sumergida en una historia que me encuentro escribiendo, una fantasía de la realidad que me encantaría que ocurriera.
Extraño mucho a mis amigas. A mis verdaderas amigas, las que viven a cientos de kilómetros de aquí.
Tampoco he visto a mis amigas de aquí, pero a ellas no las veo a falta de voluntad, no por falta del capital necesario para ir a verlas.
Me entristece también que mi mejor amiga se esté perdiendo de su vida por el simple hecho de complacer a su madre, que es una méndiga vieja que aparentemente nunca le importó la felicidad de sus hijos y tan solo los mantuvo Derechitos y Marchando. ¿Con qué objeto?
El otro día una de mis más cercanas amigas me dijo que alguien estaba viviendo sus 20's a la edad de 30. Me pareció chistoso y cruel, pero luego me llegó la realidad de que probablemente ese vaya a ser mi caso. Me siento tan limitada con mi padre... ¿Pero ya qué se le hace? No me quiero matar trabajando todavía. Me falta mucha voluntad, pero sobre todo la experiencia y los conocimientos necesarios para agarrar huevos y hacer las cosas a mí manera por mi cuenta.
Me encuentro estudiando para los exámenes ordinarios, y es una verdadera lata porque ni siquiera me permitieron ver el partido entre Alemania y Australia a gusto. Afortunadamente, UNOFUTBOL me mantiene informada de todo lo que pasa. Como con 10 minutos de delay, ¿verdad? Pero bueno, al menos ahí la llevo.
Entre mis propósitos a corto plazo están:
-Comprarme una playera negra de la Selección, original, preferiblemente de Javier Hernández.
-Acomodar mi pared de corcho, adornarla de acuerdo al Mundial. Tengo planeado comprarme un montón de cartitas de álbum y ponerlas ahí, también colgaré el adorno que me compró mi tocaya en Sudáfrica.
-Acomodar mi recámara
-Aprender algo de lo que estoy estudiando y pasar los exámenes con excelentes calificaciones para que no me chinguen el promedio con sus pinches preguntitas pendejas que no tienen nada qué ver con lo que hicimos/no vimos en clase.
-Acomodar mi recámara (sé que ya lo mencioné, pero es que URGE. Me estresa ver el caos que reina aquí dentro)
-Limpiar la casa, ya hace falta una buena sacudida.
-Bañar a mis gatas, en cuanto se les baje la drogada que les pusieron (les administraron la vacuna contra la rabia, la desparasitación y la triple felina al mismo tiempo, andan con el equilibrio jodido, las pupilas dilatadas, y nos traían a mi madre y a mí con el alma pendiendo de un hilo)
Esto es a corto plazo. Lo demás, ahí irá saliendo.
He de anunciar que llevo ya más de 10 hojas en lo que estoy escribiendo y estoy contenta con lo que he escrito, sobre todo con la forma de escribirlo. ¿Por qué he de moderar mi lenguaje en mis escritos oficiales si en los casuales no lo hago? ¿No sería traicionar mi estilo? Yo digo que sí. Que se aguanten los de corazón débil.

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