domingo, 6 de marzo de 2011

No title

Mira que cuando andas inspirada y con ganas de agarrar el estilo es porque tienes tantas muchas más tareas por hacer, y ni un minuto realmente disponible para ponerte a escribir. Pero, ya antes he dejado pasar la oportunidad y ha sido un completo desperdicio.
¿Para qué cumplir todas las tareas si al final te dejan vacía? A veces pienso que el estrés es la pila que me hace seguir andando todos los días.
El semestre pasado estuvo lleno de actividades y estuvo marcado por la ausencia de tiempo para hacer lo que yo quería, pero las veces que me di mis escapadas para darle el gusto a mi corazón de descansar, volví a las tareas rutinarias con un poco menos de enfado.
Quisiera poder pausar el tiempo y en él agarrar las energías que me hacen falta para poder continuar con mis deberes. Un gran amigo y yo concordamos en que ahora ya nos da más sueño que antes... ¿Nos estarán llegando los años? Porque la costumbre no la hemos perdido, hemos seguido haciendo lo mismo que siempre... Aunque antes he de admitir que pasaba menos tiempo con mis amigos. Je, je, diríase que son ellos los que me agotan. Sin embargo, es gracias a ellos que puede uno seguir sin volverse loco de tantas cosas que hace.
Quisiera robarme el tiempo que me quitan mis maestros inservibles para irme a caminar por la calle a disfrutar del clima, en las mañanas que el sol aún no calcina el cuerpo, debajo de los árboles que cantan cuando el viento sopla entre sus ramas. Me encanta que el viento seque mi cabello, sin importar que después termine despeinada y toda llena de polvo. Es de los mejores regalos que da la vida, tiene un sitio justo después de la música.
En mi otra vida debí haber sido una gran compositora... En esta tan solo le pongo la letra, pero qué bueno y maravilloso fuera poder acompañar mis palabras con una hermosa melodía hecha especialmente para ellas. Las canciones que me sé las canto y me dicen que las cante con más fuerza, pero voz tampoco tengo y siempre he sabido que tan sólo soy corista, voz que acompañe y ayude a la principal. Fuera de mis textos en muy pocas cosas soy protagonista, a pesar de que me guste ser el centro de atención, pero creo que se debe más bien a que en esta vida también soy actriz.
¿Recuerdan del estrés que les hablaba al principio? Pues ya llegó a atosigarme y decirme que no he terminado ninguna de las dos tareas pendientes que tengo tan sólo para el día de hoy, no se diga de las que me esperan el resto de la semana.
Así que, me retiro dejando la nota de que sigo siendo feliz, inmensamente feliz... Presionada y atareada, pero feliz, que a fin de cuentas es lo que importa.

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