martes, 4 de mayo de 2010

Noviembre

"Pero, ¿qué es este dolor inquieto, del que nos enorgullecemos como del genio y que escondemos como el amor? No lo confesamos ante nadie, lo guardamos para nosotros mismos, lo estrechamos contra nuestro pecho entre besos y lágrimas. Sin embargo, ¿de qué podemos quejarnos? ¿Qué es lo que nos vuelve tan sombríos, a esa edad en la que todo nos sonríe? ¿Acaso no tenemos amigos entregados, una familia de la que somos el orgullo, botas de charol, un abrigo forrado, etcétera? ¿No será que este enorme sufrimiento sin nombre no es sino una rapsodia poética, el recuerdo de malas lecturas o una amplificación retórica? Pero entonces, ¿la propia felicidad no será asimismo una metáfora inventada en un día de tedio? Lo he dudado durante mucho tiempo, pero ya no tengo dudas.
No he amado nada ¡y habría querido amar tantas cosas! Tendré que morir sin haber probado nada bueno. En estos momentos incluso la vida humana me ofrece aún mil aspectos que apenas he llegado a vislumbrar: ni siquiera he oído nunca el sonido de un cuerno en lo profundo del bosque, junto a un manantial impetuoso, a lomos de un caballo jadeante; tampoco he sentido nunca cómo, respirando el aroma de las rosas en una dulce noche, otra mano se estremece en la mía, tomándola en silencio. ¡Ah! Estoy más vacío, más hueco, más triste que un tonel desfondado, cuyo contenido se ha consumido por completo y en cuya lobreguez tejen sus telas las arañas.
(...)
De modo que yo era igual a todos los demás, un hombre que vive, duerme, come y bebe, que llora y ríe, encerrado por completo en sí mismo y que, vaya a donde vaya, encuentra en su interior las mismas ruinas de esperanzas, destruidas apenas comienzan a alzarse, los mismos residuos de objetos triturados, los mismos caminos mil veces recorridos, las mismas profundidades inexploradas, aterradoras e insufribles. ¿No estás, como yo, cansado de despertar toda las mañanas y de ver siempre el mismo sol? ¿Cansado de vivir la misma existencia y de sufrir el mismo dolor? ¿Cansado de anhelar y de sentir repugnancia? ¿Cansado de esperar y de poseer?"

Flaubert, Gustave. Noviembre. Trad. Olalla García. Segunda edición. 2007. Madrid: Impedimenta, 2008. Impreso. p. 34-35

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